Discurso Leonel Fernández

Palabras del presidente Leonel Fernández


Muy buenas noches don Oscar Arias, ex Presidente de Costa Rica y Presidente de la Fundación Arias para la Paz y el Progreso Humano, Sr. Embajador Hasan Rahman quien es asesor de la Fundación Global Democracia y Desarrollo, Sr. Doctor Francisco Rojas, Secretario General de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales FLACSO, distinguidos miembros del Cuerpo Diplomático, distinguidos representantes del sector académico, cultural y político, señores representantes de distintas organizaciones de la sociedad civil así como delegados de las comunidades judía, palestina y del mundo árabe presentes aquí esta noche.

Desde República Dominicana les envío un caluroso y fraternal saludo. Era mi interés haber podido estar con ustedes de manera personal, estar allí físicamente compartiendo con ustedes estos próximos días para reflexionar, compartir e interactuar acerca de los problemas del Medio Oriente y de manera particular acerca del proceso de paz entre Israel y Palestina o Israel y el mundo árabe en sentido general.  Pero debido a obligaciones de gobierno que tenemos por aquí en República Dominicana, como bien sabe el Presidente Arias, los gobernantes somos a veces esclavos con títulos de nobleza, eso me ha impedido, esas obligaciones de gobierno que tenemos aquí en República Dominicana, me han impedido pues estar compartiendo con ustedes en estos momentos.

En todo caso considero que la celebración de este Foro Internacional para promover una alianza latinoamericana por la Paz en el Medio Oriente tiene lugar en un momento muy oportuno, por los acontecimientos que están teniendo lugar en esa región del mundo,  pero además por la preocupación que todos debemos tener en el relativo estancamiento que se ha suscitado en torno al proceso de paz entre Israel y Palestina.

Todos estábamos muy entusiasmados cuando se pasó de un dialogo indirecto, que contaba con la presencia del ex Senador George Mitchell entre Israel y Palestina a un dialogo directo en que las partes se involucraban directamente para la búsqueda de una solución pacifica a la controversia que durante mas de 6 décadas ha prevalecido en esa región del mundo y específicamente entre estos dos pueblos. Pero resulta que el tema de los asentamientos judíos sobre territorios ocupados de Palestina de alguna forma han congelado ese dialogo, ese proceso de paz, entre Israel y Palestina; y por supuesto cuando entre estos dos pueblos se produce una especie de congelamiento del proceso de paz todos tememos de que entonces volvamos a una situación conflictiva, a una situación de guerra, como ha ocurrido,  desde que en 1947 se produjo la partición de Palestina y ya luego ha habido guerras en 1948, en 1956, cuando se produjo el escalamiento de guerra por el canal de Suez; en el 1967, en el 1973, y ya luego en el año de 1982,  es decir 5 guerras realmente entre Israel, Palestina y el mundo árabe para decidir la suerte del estatus definitivo de Palestina.

Decimos que en estos momentos nuestra preocupación radica en que al producirse un estancamiento del proceso de paz que se estaba llevando a cabo puede revertirse en una situación conflictiva entre ambos pueblos que puede tener repercusiones de gran alcance. Y esto lo decimos porque como sabemos en el año 2006 y en el año 2009 volvieron a producirse de nuevo confrontaciones armadas entre el mundo árabe e Israel. En el año 2006, entre le grupo Hezbolá (que opera desde el sur del Líbano) e Israel, y en el año 2009 entre Hamás (que esta en el zona de Gaza) e Israel.  Estos son dos temas conflictivos que aun perduran. Sabemos que Hezbolá recibe ayuda de Irán y de parte de Siria, y que incluso en estos momentos cuenta con mas de 50 mil misiles que pueden ser disparados a Israel.

Israel sabe que una confrontación eventual hipotética con el grupo Hezbolá puede llevarle a una confrontación con el estado de Irán y por consiguiente esto tendría unas connotaciones aun mayores. Por lo tanto resulta muy importante el que en estos momentos pueda haber un relanzamiento del dialogo entre Israel y Palestina para que se pueda avanzar en lo que son los temas básicos de esos dos pueblos. En primer lugar el que pueda haber un reconocimiento diplomático formal de Palestina, que por consiguiente pueda haber dos estados en esa región, el estado de Israel, que ya existe formalmente, y el estado de Palestina, reconocido por Israel, reconocido por la comunidad internacional, como un estado independiente y soberano. Por supuesto se requiere también proveer seguridad a Israel de que su territorio no será atacado, de que su población no será vulnerable a ataques provenientes del mundo árabe. Tendrá que decidirse la suerte de los refugiados palestinos. Tiene que establecerse la situación territorial de Palestina a como se encontraba antes de la guerra de 1967 y naturalmente es imprescindible el que se llegue a algún acuerdo sobre el estatus de Jerusalén como capital compartida de Israel y Palestina.

Pero nuestra preocupación, la preocupación de todos ustedes, por que pueda haber un relanzamiento del dialogo entre Israel y Palestina, Israel y el mundo árabe que conduzca a una paz duradera y sostenible, se enmarca ahora dentro del contexto de lo que está aconteciendo en el mundo árabe. Desde fines del año pasado todos fuimos testigos de los acontecido en Túnez, acontecimientos que llevaron al derrocamiento del gobierno de Ben Ali sobre la base de una población que reclama democracia, libertad, dignidad, respeto y justicia social. Pero lo acontecido en Túnez rápidamente se extendió a Egipto que también produjo el derrocamiento del Presidente Hosni Mubarak.

Desde Egipto en estos momentos estamos presenciando el escenario de una guerra en Libia entre las distintas tribus que conforman ese país. La resistencia del gobierno de Gadafi a la rebelión que se ha suscitado en ese territorio, el impacto que eso ya esta teniendo en lo que tiene que ver con los precios del petróleo en los mercados internacionales, pues a pesar de que Libia solo produce 1.6 millones de barriles diarios de petróleo dentro de un mercado de 87 millones de barriles, parece que esta cantidad no es suficiente como para alterar los precios en los mercados internacionales. No es menos cierto que ha generado temores y esos temores han conducido a los mercados a tomar acciones anticipadas que por la vía, por supuesto, de la especulación financiera excesiva, ha conducido al hecho de que ya el precio del petróleo Brent y del petróleo West Texas, se encuentren por encima de 105 dólares  uno y de 115 dólares por barril de petróleo el otro.

Pero ni si quiera se detiene la situación en Libia. Estamos viendo protestas, en el caso de Argelia también país productor y exportador de petróleo. Estamos viendo protestas en Bahrein, en Omán, en Yemen y hasta se ha anunciado para el día 11 de marzo, es decir en el transcurso de esta semana, una protesta en Arabia Saudita que produce cerca de 9.5 millones de barriles de petróleo diario y Bahrein, como todos sabemos, es donde se encuentra la refinería donde se procesa el crudo proveniente de Arabia Saudita.

Por consiguiente, la situación indefinida entre Israel y Palestina, entre Israel y el mundo árabe, la situación de volatilidad que hoy tenemos en el norte de África y en el Medio Oriente, donde habría que sumar la situación en Irak, la guerra en Irak, la situación también de guerra en Afganistán y la inestabilidad en Irán, todo lo cual se convierte en una amenaza a la posibilidad de la recuperación plena de la economía mundial.

Por consiguiente considero que nunca ha habido momento mas oportuno para que desde Centroamérica, desde América Latina, podamos reflexionar acerca de qué esta aconteciendo en esta región del mundo, cómo nos puede impactar a nosotros en términos de la vulnerabilidad a nuestras economías, qué podemos hacer para contribuir a solucionar el conflicto que ha prevalecido durante 6 décadas entre Israel y Palestina, qué contribuciones, qué lecciones de América Latina pueden ser transmitidas al mundo árabe en un proceso de transición democrática.

Aparentemente por la distancia geográfica se diría en principio que es poco lo que desde el Caribe, desde Centroamérica o América Latina podemos hacer por la paz, por la estabilidad, por la seguridad en el Medio Oriente. Sin embargo, esa sería una apreciación equivocada. En el mundo globalizado en el que estamos viviendo cada vez hay una mayor interdependencia, una mayor interconexión entre los pueblos y por tanto, si lo que ocurre en el Medio Oriente puede afectar sensiblemente la estabilidad económica y por tanto la prosperidad y el bienestar de nuestro pueblos, también desde América Latina podemos ir construyendo espacios de participación, gobiernos, pero también la sociedad civil, el mundo académico, para que a través de la opinión  publica se sepa en esa región del mundo que aquí estamos preocupados pero al mismo tiempo interesados en contribuir para que la región del Medio Oriente, el Norte de África, Israel, Palestina, el mundo árabe en sentido general, puedan vivir en paz, puedan vivir en democracia, en libertad, y a través de un mecanismo de convivencia civilizada.

Este es el objetivo fundamental de este Foro Internacional Por la Paz en el Medio Oriente, en el cual pretendemos estimular una participación activa de la sociedad civil latinoamericana, la comunidad árabe y judía Latinoamericana, para que haga sentir su voz en el Medio Oriente clamando por la paz, por la justicia y por la democracia.

Espero grandes éxitos de este encuentro. Estaré atento a sus conclusiones y por supuesto seré uno de los principales promotores de cuanto aquí se diga para lograr los objetivos previamente adosados.

Muchas gracias, buenas noches y grandes éxitos en esta jornada.

 

 

 

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